i-sat
Tipo 20 hs me iba a tomar el colectivo para ir a lo de mi novio a ver El ladrón de orquídeas en I-sat. Pero antes de que me pusiera la campera, ya había llegado el a mi casa. "No podes venir. Mi mamá no quiere que vengas mas".
Su mamá que dos días atrás me chupó las medias de arriba a abajo elogiando mi onda, mi belleza, mi originalidad. Bue.
Por suerte venía una amiga de mi mamá a cenar y pudimos ver la película en su cuarto, donde estaba el único tele con cable.
Una madrugada enganché esta película que me encantó y que nunca recuerdo su nombre. Por suerte siempre alguien me ayuda, la encuentra y me dice “es tal”, y me vuelvo a olvidar. La historia iba de dos personas que se conocían en un boliche, en algún país europeo. O no. No hablaban inglés, creo. Se gustaban y se iban a lo de la piba. Pegaban mucha y onda y la pasaban bien, hasta que el sale a comprar algo para comer (estoy segura que shawarma) y cuando vuelve no tiene idea de cual era el depto de la mina. Era un complejo enorme de mil departamentos, todo gris. Pasa varias horas golpeando puertas mientras ella no sabe si el va a volver. No sé si se reencuentran. Si saben cual película es me dicen. Esta vez la anoto.
Con mi mamá vimos Bin ich schön?, también de casualidad, un domingo a la tarde. Pasaban muchas cosas. En alguna escena había un viejo desnudo y un crimen. En alguna otra un rubio recitaba Garcia Lorca y estaba Franka Potente haciendose la muda. La trama no la tengo fresca, pero nos copó. Estuvimos algunos meses preguntándonos entre nosotras bin ich schön? y contestando que no. Nos pareció gracioso.
Hasta su último aliento I-sat me dió alegrías no programadas, como el documental Las cinephilas hace un par de años, o meses meses atrás, una película donde se besaban Adam Scott y Jason Schwartzman (The Overnight).
La calidad de la imagen no era la mejor, pero qué mierda me importa si me crió mas años que mi mamá.